Así se hace nuestro aceite

La aceituna se moltura en el mismo día de su recolección, ya que al ser un fruto con agua vegetal que fermenta y aceite que se oxida, el tiempo de almacenamiento deteriora la calidad del producto final.
La primera fase que interviene en el proceso es la de recepción de la aceituna.
En esta se lleva a cabo una estricta selección del fruto que será la base para obtener un producto de excelente calidad.
En la siguiente fase se lleva a cabo un proceso de acondicionamiento del fruto con una primera limpieza (eliminación de hojas y ramas) y lavado de suciedad adherida al fruto para posterior toma de muestra con el objetivo de analizar calidad y riqueza grasa de la aceituna.
La transformación de la aceituna en aceite se realiza de forma mecánica, utilizando los siguientes pasos: la molturación, la centrifugación y la decantación.
Durante los distintos procesos se lleva a cabo un estricto control de calidad en el laboratorio, culminando con una cata por parte de nuestro maestro catador, para conocer las cualidades organolépticas de las distintas partidas de aceite producido.
Molturación:
Se realiza con trituradoras de martillo de acero inoxidable, que rompen los tejidos vegetales y liberan el aceite formando una pasta que pasa a las termobatidoras que homogeneizan mediante el batido mecánico aplicando una temperatura que no supere los 25º, para de esta forma evitar que se rompan las cadenas de ácidos oleicos, que son la base de las cualidades saludables del Aceite de Oliva Virgen Extra.
Esta pasta se somete a una primera centrifugación en frío para separar el aceite y el alperujo.
Para separar el agua del aceite. Los restos de agua vegetal se separan del aceite mediante centrífugas verticales para evitar la alteración de las cualidades del aceite.
El secreto de nuestro aceite

Para conservar inalteradas las cualidades del aceite, se almacena en trujales subterráneos de acero inoxidable que consiguen una temperatura suave y constante, en oscuridad y tranquilidad consiguiendo de esta forma una estabilización del producto evitando su deterioro por oxidación y enranciamiento.
Los aceites de oliva que han sufrido algún quiebro en su calidad y no son aptos para su consumo directo, se almacenan en trujales separados para su posterior venta a granel para ser refinados.
El resultado del proceso es un producto 100% natural, que se obtiene de la molturación de aceituna convenientemente tratada como una fruta en todo su proceso de producción, comenzando por el esmerado cuidado de los olivos que son el cultivo más emblemático de la zona , continuando por la recolección en el momento idóneo de madurez de la aceituna, separada y clasificada según calidades, siguiendo con la molturación diaria y el almacenamiento adecuado del aceite convenientemente clasificado, y terminando con su envasado y distribución, todo ello dentro de la máxima higiene exigible.
La calidad de nuestro aceite
La excepcional calidad del aceite virgen extra de esta comarca es históricamente reconocida y apreciada en general por sus características organolépticas siendo además destacable su alto contenido en ácido oleico y en polifenoles, que lo hacen ser uno de los aceites más duraderos por su resistencia al enranciamiento.
La producción del aceite se realiza íntegramente en nuestra almazara y se comercializa envasado bajo marcas propias, destinando al mercado de granel la producción de calidad defectuosa.
Los aceites que envasamos son aceites extras de muy buena calidad con una acidez que según la campaña varía en el intervalo 0,3º a 0,5º, muy frutados, procedentes de aceitunas del árbol.